Como proveedor de servicios designado, la empresa debe garantizar que dispone de una estricta política de lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, que incluye lo siguiente:

• Políticas, procedimientos y controles en materia de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo
• La identidad de los consumidores debe verificarse, los clientes deben ser perfilados utilizando la categorización de riesgo y los clientes deben ser revisados periódicamente.
• Supervisión de las transacciones, con especial atención a las cuentas de alto riesgo
• AML/CTF programa adecuadamente gestionado, con sistemas y controles apropiados, división de funciones y formación, entre otras cosas.
• Auditorías internas para examinar y verificar el cumplimiento de las políticas y procedimientos de lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.
• Nombramiento de un responsable de cumplimiento debidamente cualificado para supervisar el programa de lucha contra el blanqueo de capitales.

Solución personalizada basada en su entidad

Dado que en el sector financiero no existe una solución única para todos los casos, cada entidad registrada debe tener en cuenta la naturaleza específica de su mercado, estructura corporativa, clientes y tipos de transacciones, y otros factores, a la hora de desarrollar iniciativas y procedimientos con el fin de garantizar su eficacia y eficiencia.

Cumplimiento basado en el riesgo

Todas las estrategias de lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo deben basarse en el riesgo. La evaluación de riesgos es la piedra angular de todo el programa de lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo que haya implantado. Debe mostrarse una relación clara entre los riesgos declarados y los procedimientos, prácticas y controles que se aplican para mitigar esos riesgos en su programa.